viernes, 21 de mayo de 2010

MICROONDAS



JM Pastor Vega y M Martínez Morillo

Las radiofrecuencias (RF) se definen, arbitrariamente, como las radiaciones electromagnéticas en la gama de frecuencias de 3 KHz a 300 MHz (tabla 17.1). Bajo el término de microondas se incluyen las radiaciones electromagnéticas incluidas en la banda de frecuencias que se extiende desde 300 MHz a los 3.000 GHz.
Las microondas se parecen, en muchos sentidos, a las ondas de radio, pero son más difíciles de generar, ya que se requieren dispositivos electrónicos especiales, como el magnetrón o clistrón. A diferencia de la onda corta, las microondas pueden focalizarse en forma de potentes radiaciones, sumamente direccionales. En su interacción con la materia, su energía puede ser reflejada, como ocurre cuando inciden sobre superficies metálicas, transmitida con poca pérdida de energía en medios transmisores, como el vidrio, o absorbida por la materia irradiada, lo que origina un aumento de temperatura en ésta. En medicina física, las microondas se utilizan como método de calentamiento profundo (diatermia). La producción de calor se basa en el hecho de que las moléculas orgánicas y de agua vibran con gran energía (vibración forzada) al ser sometidas a microondas de determinada frecuencia. La fricción producida entre las moléculas en vibración genera rápidamente calor.
Las frecuencias y longitudes de onda de microondas, permitidas para aplicaciones médicas, son las siguientes:
915 MHz (32.7 cm)
433.92 MHz (69 cm)
2.450 MHz (12.25 cm)
En España, la mayoría de aparatos para terapia producen microondas de 2.450 MHz,  aunque también existen equipos de 433.92 MHz.

PRODUCCIÓN
La radiación de microondas se genera en un dispositivo electrónico, denominado magnetrón. Básicamente consiste en un cilindro metálico, en el que hay dispuestas de forma radial una serie de oquedades o cavidades resonadoras, que se comunican con una cavidad central mayor, en cuyo eje existe un filamento metálico. El cilindro se comporta como ánodo y el filamento central como cátodo. El filamento, conectado al polo negativo de una fuente de corriente continua, se pone incandescente y emite electrones por efecto termoiónico. El cilindro se conecta al polo positivo y atraerá a los electrones.
Todo este conjunto se encuentra dispuesto entre los polos de un potente electroimán; el cilindro queda comprendido entre sus polos N y S. Por acción de este potente campo magnético, los electrones, en lugar de ir en línea recta hacia el cilindro, al ser atraídos hacia las oquedades, realizan una trayectoria circular y, al penetrar en ellas, se movilizan en remolino. Dado que toda carga eléctrica crea a su alrededor un campo electromagnético, todos los electrones en movimiento circular en las oquedades producen radiaciones electromagnéticas –en este caso microondas– de una frecuencia dependiente del tamaño de las oquedades. Mediante un cable coaxial, se transmite la energía a un director o radiador, constituido por una antena en el interior de un reflector.

Bandas de radiofrecuencia
Frecuencia (MHz) Banda Descripción
0-0.00003 SELF Baja frecuencia subextrema
0.0003-0.0003 ELF Baja frecuencia extrema
0.0003-0.003 VF Frecuencia de la voz
0.003-0.03 VLF Frecuencia muy baja
0.03-0.3 LF Baja frecuencia
0.3-3 MF Frecuencia media
3-30 HF Alta frecuencia
30-300 VHF Frecuencia my alta
300-3.000 UHF Frecuencia ultralta
3.000-30.000 SHF Frecuencia superalta
30.000-300.000 EHF Frecuencia extremadamente alta
300.000-3.000.000 SEHF Alta frecuencia supraextrema.

PRECAUCIONES Y CONTRAINDICAClONES
El mayor riesgo, cuando se aplican microondas, es la aparición de quemaduras. Para ello ha de tenerse en cuenta que:
- Al irradiar, no debe girarse la antena hacia superficies metálicas.
- Hay que evitar la acumulación de gran cantidad de sudor, ya que puede provocar quemaduras superficiales.
- Aunque, en principio, no se precise desnudar la zona, resulta conveniente desnudarla para observar la piel o evitar la sudación excesiva. Hay que tener en cuenta, además, la existencia de tejidos fabricados con fibras metálicas.
- Deben retirarse los vendajes y ropas húmedas de la zona (los vendajes secos pueden ser irradiados). Se evitará la aplicación sobre heridas exudativas y edematosas o con contenido líquido elevado, como un derrame articular.
- Hay que retirar de la zona: joyas, relojes, pulseras y cualquier objeto metálico. No se utilizarán mesas ni sillas metálicas para el tratamiento: serán de madera, recubiertas de tela o plástico.
- Debe evitarse la aplicación en zonas cercanas a implantes o endoprótesis metálicas.
Las contraindicaciones del calentamiento con microondas son las propias de la termoterapia:
- Ausencia o disminución de la sensibilidad térmica.
- Zonas isquémicas, mal irrigadas.
- Testículos.
- Estados inflamatorios agudos e infecciosos (osteomielitis, artritis infecciosas...).
- Zonas con líquido en tensión (derrames articulares, bursitis, edemas, abscesos...).
- Tumores malignos.
- Abdomen y regiones cercanas, en embarazadas.
- Zonas con edema y sangrado reciente (traumatismos recientes) o con tendencia a éste (várices, hemofilia, abdomen durante la menstruación...).
- Placa fisaria en niños, antes de concluir la maduración esquelética.
- Irradiación sobre el cráneo.
- Portadores de marcapasos cardíacos. Cualquier persona que lleve un marcapasos cardíaco debe mantenerse alejada (a más de 4 metros) de la zona donde estén utilizándose unidades de onda corta o microondas.
- Ha de evitarse la exposición sobre los ojos, tanto directa como refleja. Dada la refracción producida por el haz, la radiación puede focalizarse y dañar el cristalino (cataratas). Por ello debe asegurarse que no hay exposición ocular. Cuando sea necesario, irradiar zonas cercanas a los ojos, deben llevarse gafas protectoras y deben retirarse las lentes de contacto.
En todas estas situaciones, cuando el calentamiento es necesario y no hay contraindicaciones para ello, se utilizarán medios de termoterapia superficial.
Aparte del paciente, ninguna persona permanecerá en línea directa con el haz de radiación; deberá situarse a una distancia mínima de 2 metros del director, ya que la reflexión desde el paciente puede llegar al 50-75% y al 100% desde el metal del aparato.
Es importante mantener alejadas, al menos a 3 metros del aparato de microondas, las unidades transistorizadas, como electroestimuladores, relojes digitales, calculadoras, audífonos, etc., ya que pueden sufrir interferencias y resultar dañadas.
Actualmente, las radiaciones incluidas en esta zona del espectro electromagnético (campos de extrema-baja frecuencia, radiofrecuencia y microondas) han despertado gran interés, por si guardan alguna relación causal con el cáncer. Hasta la fecha, los datos disponibles son confusos, sesgados y de poca consistencia. Por lo que se sabe, la energía de los fotones de estas radiaciones no alcanza el nivel necesario para ionizar las moléculas del organismo y, por consiguiente, para producir mutaciones genéticas.


Morales R. Karelis
CI 18089995
CAF






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